sábado, 4 de julio de 2009

INTRODUCCIÓN


Durante los siglos XV y XVI Europa vive importantes cambios marcados por la consolidación y expansión de los estados europeos, los viajes portugueses, los viajes que pusieron en contacto a Europa y América , los nuevos descubrimientos y los nuevos inventos; a esta época se le puede considerar como una época de expansión. Durante el siglo XVII se empieza a dar una época de depresión o crisis que puede considerarse como una de las más largas duras y críticas de la historia. Según algunos escritores el siglo XVII es una época de crisis que afecta al hombre en su totalidad, en todas sus actividades -económica, social, política, religiosa, científica, artística- y en todo su ser, en lo más profundo de sus fuerzas vitales, su sencibilidad y su voluntad. Se puede decir que la crisis es permanente, pero con violentos altibajos(1). Este periodo de crisis por la que pasó Europa fue ocasionada por distintos factores: tanto económicos, sociales, políticos, ideológicos, demograficos y climatológico. Es importante mencionar que el concepto de crisis difiere entre varios autores ya que algunos no ven la diferencia entre los siglos XVI y XVII como un crecimiento y un de crecimiento sino más bien como un crecimiento frente a un menor crecimiento(2) , es un periodo de expansión y contracción. Claro que la “crisis” varía según su localización geográfica ya fuera en mayor o en menor medida según como fuera enfrentada.

Un aspecto que resalta durante el siglo XVII es que se da la transición del feudalismo al capitalismo (al capitalismo temprano) y la creación de un mercado mundial. El término de crisis no debería ser degradado hasta convertirlo en un mero sinónimo de cambio cíclico. Sino que debería reservarse para aquellas épocas de tensión dramática que son algo más que una coyuntura y marcan un hito en la estructuras de larga duración(3).
No debe olvidarse que esta crisis ya venía gestándose desde el siglo XVI. Un factor que contribuyó a esta crisis es cuando se da la llamada “revolución de los precios” en Europa occidental. Esta revolución se dio por la inflación de los precios hasta 7 veces del precio original. Este aumento de precios se le acredita a la entrada de metales como el oro y la plata de América y se concluyo entonces que entre más metales llegaran de América mas se elevarían los precios en materias primas y otros productos en Europa.

CRISIS DEMOGRÁFICA



Es factor demográfico es muy importante ya que durante este siglo la población europea disminuyo considerablemente, los índices de nupcialidad y natalidad bajaron y los de mortalidad subieron. Los motivos son varios como el hambre, las malas cosechas, las guerras y las epidemias (como la peste y el cólera). Desde 1580, aproximadamente, se observaba una desaceleración, y en algunos casos un descenso del crecimiento demográfico.
La población española sufrió un grave quebranto en el siglo XVII, pasando aproximadamente de 9.600.000 habitantes en 1600 a poco más de ocho millones en 16504. Las grandes ciudades vieron disminuir su población a la mitad o menos. De entre las causas están: ser víctimas de las continuas guerras -que, además, retrasan la edad de los matrimonios-, fuerte emigración a América –tema a discutir ya que solo eran unos cientos los que viajaban por año- las epidemias y la expulsión de los moriscos etc.

EXPULCIÓN DE LOS MORISCOS



En 1609, durante el reinado de Felipe III, se decretó en España la expulsión de los moriscos de los reinos de Aragón y Valencia, así como de la Corona de Castilla, acusados de seguir practicando la religión musulmana a pesar de su forzada conversión, y de colaborar con los piratas turcos y bereberes en el Mediterráneo. La expulsión de los moriscos de España aseguraba la unidad religiosa de este imperio, pero también seguía existiendo el temor a que ayudaran a los enemigos de España: piratas turcos, bereberes, e incluso a franceses. Su aumento demográfico estaba siendo mayor que el de los cristianos viejos, existiendo el peligro de que en ciertas regiones se convirtieran en dominantes. Pero así como significaba la unidad religiosa, también era una gran pérdida de población.

EL HAMBRE Y LA CRISIS AGRARIA


El hambre pudo deberse como secuencia de malas cosechas (derivadas de las fuerzas productivas y de las fuerzas físicas) ya que la agricultura era la principal actividad económica del 85 al 95% de la población dependían de cultivo y como consecuencia de estas malas cosechas obviamente había un alto grado de desnutrición y muertes. Pero sin embargo no debe olvidarse que las malas cosechas también fueron producto de cuestiones climáticas. Durante el siglo XVII se da la llamada “pequeña edad de hielo” -el hemisferio Norte tuvo un modesto enfriamiento de menos de 1°c-. El hielo al abarcar más terreno deja menos campo disponible para los cultivos y así mismo por la temperatura del ambiente el crecimiento de las plantas se vuelve más lento; y así que aunque cultiven lo mismo se obtiene una menor producción. Quizás el mejor remedio pudo haber sido el desarrollar mejores técnicas de cultivo ya que había una mayor demanda por la escasez de alimentos, pero como se encontraban en una situación crítica pudo dificultárseles mucho.
Según Slicher van Bath hubo alzas y bajas en los precios de los cereales. Se produjeron ciertos cambios agronómicos: por ejemplo, el proceso de rotación de las tierras era más lento, probablemente se detuvo y sufrió un retroceso. En este siglo no solo cesó la expansión de la tierra cultivada, sino que además el rendimiento de los cereales disminuyo en toda Europa durante el periodo comprendido entre 1600 y 1699, en mayor grado el caso de la cebada y la avena que en el del trigo y el centeno y mucho mas acentuadamente en la Europa central, septentrional y oriental que en la occidental.

Otros cambios agronómicos que se presentaron en el área de las plantas cultivadas fueron:

1) Hubo un cambio en el uso de la tierra destinada al cultivo de cereales ya que una parte pasó a ser destinada al pastoreo en las zonas más frías y a otras actividades en las zonas más cálidas.
2) Hubo un cambio del cultivo de cereales por una mayor producción de plantas forrajeras, las cuales requieren un trabajo más intensivo y también por plantas dedicadas al mercado como el lino, el cáñamo, lúpulo, etc.
3) Hubo un cambio en los cereales de alto precio como el trigo y el centeno por los de bajo precio como la cebada y la avena y una reducción en la compra de fertilizantes para la producción de cereales.

Junto a esta degradación agronómica también se dio una degradación general de la clase campesina. Esto fue porque los grandes terratenientes aduciendo una urgens et improvise necessitas decidieron confiscar las tierras antes poseídas por los campesinos y obviamente esto significo descontentos y también por la falta de tierras se producía en menor medida los alimentos. Según Meuvret los que más resintieron esta crisis fueron los campesinos y colonos que los jornaleros y sirvientes domésticos ya que estos 2 últimos eran asalariados y lo explica diciendo: “Por cada agricultor propietario que se queja de sus escasas ganancias a causa del precio del trigo, cuantos jornaleros o artesanos se regocijan por el precio más bajo que tienen que pagar en las raras ocasiones en que deben comprarlo(5) .

GUERRAS


El otro factor mencionado antes que influyo mucho en la crisis demográfica fueron las guerras. Una de las más grandes fue La Guerra de los 30 Años que quizás fue el mayor conflicto bélico sufrido por Europa hasta entonces. Esta guerra acelero y marco la transformación de los estados imperiales en estados independientes y con ello sentó las bases de un nuevo sistema de estados en Europa(6) .
Esta guerra no solo afecto a unos cuantos países como Alemania y España, sino que involucro a otras potencias ya que casi todos los estados intervinieran directa o indirectamente, esto es porque también durante la guerra de los 30 años culminaron varios conflictos internacionales y sobre todo los enfrentamientos entre Francia y los Habsburgo y entre España y los países bajos. La guerra de los treinta años fue de cierto modo la primera guerra civil generalizada europea. Esta guerra giro entorno a problemas dinástico-políticos, o la reafirmación de las libertades estamentales frente a las aspiraciones absolutistas como por ejemplo el sometimiento de Bohemia por los Habsburgo que desencadeno la guerra entre España y los países bajos.
En esta guerra también se luchaba esencialmente por la libertad religiosa. Se da la tradicional pugna entre católicos y protestantes, se sumó la oposición entre el emperador de Austria y los príncipes alemanes por el control de Europa Central, la rivalidad en busca de la hegemonía entre la dinastía Habsburgo y la Francia de Luis XIII y el cardenal Richelieu, y la lucha por el control comercial del mar Báltico que abastecía a Europa de materias primas.
Las consecuencias económicas, sociales y culturales que dejo esta guerra fueron desoladoras para Alemania, zonas enteras quedaron devastadas y por ende hubo el retroceso demográfico. La quiebra del poderío político y militar estuvo precedida y condicionada por una profunda crisis demográfica, que fue a la vez causa y consecuencia de la crisis económica.

EPIDEMIAS

Tres de las epidemias que hubo fueron particularmente graves: una a fines del XVI y otras dos en el XVII –una entre 1648-54 y otra entre 1676-85-. Las zonas más afectadas por estas epidemias fueron Andalucía y Levante y afectó más a los pobres, pues los ricos podían refugiarse en sus casas de campo. Las epidemias eran consecuencia en parte de las guerras ya que cuando los militares se trasladaban a puntos diferentes llevaban consigo las enfermedades.Cataluña conoció cuatro pestes en este siglo, que se sucedieron a intervalos de 25 años.
La despoblación fue mayor en la Meseta por circunstancias sociales y económicas, las cuales fueron las generadoras de tendencias emigratorias.

CONCLUCIÓN


A pesar de que el siglo XVI Europa experimento grandes avances, no se puede decir lo mismo del siglo XVII. Este siglo es muy importante ya que los cambios provocados en Europa tuvieron mucho que ver mas tarde en los demás países. Al hablar de la crisis se debe hablar de forma global ya que casi todos los países de Europa fueron participes y fueron afectados por ella. Europa enfrento una crisis en todos sus aspectos y quizás de haberse tomado las medidas adecuadas pudo haberse dado una mejor solución.